viernes, 13 de enero de 2012

Hijas de perra

Que nadie se asuste con el título de la entrada de hoy, perdón por el exabrupto, es una manera despectiva de referirse a muchas de las mujeres que yo voy conociendo aquí en Tánger, y que nadie haga conjeturas raras ni se monte películas que poco o nada tienen que ver con la realidad, y es que es esa la manera que tienen aquí de referirse a las madres solteras, mujeres que han sido madres sin tener marido, sin estar casadas, hoy me gustaría presentaros una de las realidades a las que más cercano me siento en esta experiencia.
Ser madre soltera en el Islam es uno de los mayores pecados que se pueden cometer.

En alguna entrada anterior os hablé del tema de los gatos y os expliqué la visión que de ellos tienen en el Islam, como animales próximos a la divinidad, como nexos de unión entre la voluntad de Dios y el mundo terrenal. Pues bien en el caso de los perros como os podéis imaginar la visión que de ellos se tiene, sin llegar a ser del todo contraria, dista bastante de la que se tiene de sus históricos enemigos, son considerados animales impuros y sucios.

Sabiendo esto es más fácil entender la denominación, que no se la he puesto yo como digo si no que a la primera persona que se lo oí decirlo fue a una de las Misioneras de Caridad que atienden en su casa un proyecto destinado a esas mujeres que se encuentran solas en avanzado estado de gestación y que quieren sacar adelante a sus bebés, a ella le habían dicho que las mujeres que atendían en su casa eran eso, hijas de perra.

Y es que en el mundo islámico la mujer, como os he comentado en alguna ocasión, tiene siempre un papel más bien sumiso, siempre sometida a la jerarquía de un marido o de un padre, es por ello que dentro de ese marco social-cultural las mujeres que quedan embarazadas antes de estar casadas, o siquiera comprometidas, suelen encontrarse en situaciones de abandono casi absoluto, dependiendo de la relación que tuvieran con el padre del nasciturus, este puede desentenderse por completo del asunto en casos en los que el bebé sea fruto de una relación esporádica. Lo mismo suele suceder con la familia de las chicas que quedan embarazadas, al considerar que su hija ha faltado el respeto a su padre muchas llegan a ser repudiadas, expulsadas de sus casas en el momento en que más necesitarían el apoyo de su familia.
Llegan a ser expulsadas de sus casas por sus familias, justo cuando más lo necesitan.

A algunos esto les puede sonar a chino o se pueden llevar las manos a la cabeza al oírlo, no seamos olvidadizos y recordemos que en España a día de hoy sigue habiendo muchos casos así, y que hace unos años era lo normal, era una deshonra para las familias que una hija se quedase embarazada fruto de una relación prematrimonial.

Como os decía al principio, esta es una de las realidades a las que más cercano me siento aquí en Tánger pues son muchas las mujeres, como las que os acabo de explicar, que están sacando adelante a sus pequeños con el esfuerzo de su trabajo y su tesón, muchas mujeres que con muy pocos recursos y con todo en contra son capaces de criar en soledad a lo que más quieren en el mundo, sus hijos. Son estas la mayoría de las madres de los niños del centro de día, mujeres que cada día luchan por obtener para sus hijos un futuro mejor, lejos de la vida que les ha tocado llevar a ellas.
Son mujeres que luchan por obtener un futuro mejor para sus hijos, lejos de la vida que han tenido.

 Otro día volveremos a tratar este tema, me gustaría acercaros a las situaciones por las que tienen que pasar estas mujeres, la diferencia de concepto que hay sobre ellas a uno y otro lado del Estrecho, pero como digo eso será otro día.

Un abrazo fuerte para todos y ¡¡SED FELICES!!

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