jueves, 12 de enero de 2012

Recuerdo de la independencia

Hoy hemos tenido día festivo aquí en Marruecos, el título de la entrada de hoy es el nombre de la festividad que hoy se ha conmemorado aquí, al otro lado de Al qantara, y a mí aprovechando la ocasión me gustaría trasladaros algunas ideas que me surgen al respecto de lo que es y lo que supone la independencia.

La independencia es una de las cosas que uno más anhela en la vida, supongo que porque es una de las cosas que menos tenemos, una de las cosas más difíciles de conseguir. Cuando uno es adolescente rebelde, todos hemos sido de alguna manera rebeldes en nuestra adolescencia, suele siempre repetirse algunas frases a modo de letanías que  no distan mucho de “cuando sea mayor y viva solo…”, “cuando tenga dinero…” o “cuando yo viva en mi casa…” que no hacen sino corroborar esa necesidad que todo ser humano tiene de ser independiente, o a lo mejor no todos, conozco a gente que nunca se ha manifestado en esos términos, no sé si por falta de deseo de independencia o por no querer perder el soporte en el que se asientan.
Poder llevar tu casa a donde quieras, eso sí es independencia.

De todas formas como digo ese deseo de ser independiente, que todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido, conlleva una serie de inconvenientes que no siempre estamos dispuestos a cargar, a veces renunciamos a la independencia porque el esfuerzo que nos supone no nos compensa con el beneficio que obtenemos, o al menos esa es la impresión que nos da. Yo soy de la opinión de que, en cierto modo, a día de hoy no hay una independencia absoluta, es decir, todos los aspectos que conducen a la independencia están tan interrelacionados que es casi imposible no estar sometido a ninguno. Si yo tuviera que enumerar tres elementos que uno deba controlar para considerarse independiente serían, como dice la canción, salud, dinero y amor, no en serio, serían, por plasmarlo de una manera un poco más gráfica, el pensamiento, el sentimiento y, mira que no me gusta mercantilizar estas cosas, el plano material.

El tema de la independencia en el plano material creo que al final es el más sencillo de conseguir, bueno quizá  en estos momentos no. Para mí la importancia de la independencia en este sentido viene dado por la capacidad de hacer aquello que uno estime oportuno sin tener que estar sujeto a unas limitaciones materiales, por ejemplo la capacidad para tener un espacio en el que uno sea el jefe de la “república independiente de su casa”, o que uno tenga la capacidad monetaria para hacer aquello que a uno más le satisfaga sin tener que estar preocupado por lo que gane o deje de ganar. Como digo de los tres elementos que nombramos antes creo que es el más sencillo de controlar.
Conseguir la independencia en el plano material es relativamente sencillo, hacer una lista e ir tachando.

En cuanto a los otros dos elementos creo que la complicación de alcanzar la independencia en esos dos sentidos, pensamiento y sentimiento, viene marcada por la personalidad de las personas, por la capacidad que uno tenga de llevar el mando de su vida, la capacidad de decidir qué es lo que uno cree o lo que uno quiere para su vida. En relación a esto, yo siempre he considerado que para ser independiente en ambos planos uno debe de tener la cabeza y el corazón abiertos, abiertos en el sentido de no estar ajenos a nuevas experiencias, a nuevas ideas.

En lo que al pensamiento se refiere uno debe estar siempre dispuesto a escuchar las propuestas que se le ofrecen, no debemos caer en el error de creer que somos poseedores de la verdad absoluta, no debemos cerrarnos a los razonamientos que puedan hacernos, uno nunca sabe dónde puede encontrar una idea o una manera de entender algunas cosas que le hagan cambiar de la noche a la mañana su forma de ver la vida, es más soy un defensor de la idea de que el conocimiento compartido es riqueza, el tener la capacidad de exponer una idea y ser capaz de escuchar las críticas al respecto y no tomarlo como una ofensa si no como un acicate para la mejora nos hace más independientes.
La suma de conocimientos es lo que hace surgir las grandes ideas.

En cuanto al tema del sentimiento siempre he tenido una opinión un poco radical, y es que, como explique en la entrada sobre el amor, para ser independiente uno no debe estar nunca sometido a su pareja, tampoco a los amigos, es decir para alcanzar la independencia en este sentido uno debe sentir sin depender de la reciprocidad, dicho de otra manera, uno debe querer sin someterse a la dependencia de la persona a la que quiere. Tanto en el tema de las parejas como en el tema de las amistades, a veces cometemos el error de creer que amar incondicionalmente es someterse al otro, hacer siempre la voluntad de quien amamos, sea o no lo correcto, estemos o no de acuerdo. Esto hace que muchas veces algunas relaciones en vez de ser relaciones de pareja estén más próximas a las relaciones paterno-filiales, hay personas que cuando están en pareja se crean unas dependencias de las personas con las que mantienen sus relaciones que les hace anularse ellos mismos como personas y estar por completo a la voluntad del otro, llegando a darse situaciones en las que uno de los miembros de la pareja es quien tiene que asumir toda la responsabilidad de las decisiones a tomar.
La indepencia en una pareja es fundamental para el éxito.

Llegados a este punto, y para terminar, os planteo unas cuantas cuestiones:  ¿tenemos el grado de independencia que nos gustaría? ¿qué nos impide llegar a ser completamente independientes? ¿estaríamos dispuestos a ser completamente independientes?

Un abrazo muy fuerte a todos y ¡¡SED FELICES!!

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