martes, 24 de enero de 2012

Rincones con encanto, parte III

Llevamos un par de domingos consecutivos aprovechando el día de descanso para ir a pasar el día al campo, hoy me gustaría llevaros a dar un paseo por uno de los rincones, mejor dicho por uno de los parajes con más encanto de la zona, creo que ya os lo nombre en alguna entrada anterior, Rmilat.
Rmilat, verdaderamente un rincón con encanto.

Como digo llevamos un par de domingos que aprovechando que el tiempo aún no ha cambiado en exceso, a penas si habrá llovido una decena de veces desde que llegué en octubre aunque como os conté cuando llueve llueve de verdad, hemos ido a comer al campo aprovechando el único día de descanso que tenemos a lo largo de la semana, la semana pasada fuimos a un paraje del que os hablaré en otra ocasión pero ayer concretamente fuimos a un paraje que se encuentra camino del Cabo Espartel, el paraje conocido como Rmilat.

Es una zona boscosa situada en las proximidades del Cabo Espartel a la que suelen acudir los habitantes de Tánger los fines de semana para pasear, hacer deporte o, como hicimos nosotros ayer, para comer y pasar un día de campo. Yo conocí el lugar en el verano de 2003 pues era una de los destinos de las excursiones que hacíamos con los niños del centro de día en el campamento urbano, desde entonces hasta ahora, sin perder su belleza natural, el sitio ha cambiado sustancialmente, en algunas cosas para bien y en otras para mal.
Ayer éramos muchos los que decidimos hacer lo mismo, ir de campo.

Para bien en cuanto a que han habilitado zonas con merenderos para que la gente que va a comer tenga sitios donde sentarse y poder estar más cómodos en el entorno natural, se han colocado papeleras para que la gente deposite su basura en ellas, se han limpiado las sendas que recorren el parque natural, etc… Por el lado negativo pues me entristeció ver que el hecho de que hayan acondicionado el paraje no ha supuesto un aumento de la conciencia ecológica de la gente que allí acude, a pesar de haber papeleras, de algunas solo queda el poste al que estaban sujetas, la gente sigue tirando la basura por el suelo sin tener en cuenta el perjuicio que ello supone, tanto para el que venga detrás como para el entorno natural en el que se encuentran.
Una de las casas que podemos encontrar dentro del paraje natural.

Dentro del parque en sí podemos encontrar vistas espectaculares pues como digo es una zona de densa arboleda que además tiene lugares en los que hay acantilados desde los que se divisa perfectamente el mar, y también la otra orilla. Existen varias rutas para hacer a pie por dentro del parque, algunas más sencillitas y otras bastante más complicadas, pues son auténticos sube y bajas constantes. Quedan vestigios de otro tiempo en el que esa zona era un espacio privado y privilegiado para gente que vivía allí, concretamente existen varias casas señoriales de arquitectura de principios del siglo XX que recuerdan otras épocas en las que la belleza del lugar sólo podía ser disfrutada por unos cuantos privilegiados.
Una de las espectaculares vistas que se pueden ver, al fondo: España.

Espero que el tiempo nos siga dando tregua los días de descanso para poder seguir descubriendo y disfrutando de parajes en el entorno de la ciudad en los que evadirse de la rutina diaria, en los que poder disfrutar de un descanso activo que a pesar de no suponer un descanso para el cuerpo sí que supone un descanso para la mente y además ayuda a encarar la semana de una manera mucho más positiva.

Un fuerte abrazo para todos y ¡¡SED FELICES!!

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