sábado, 17 de marzo de 2012

Cuestión de preferencias

Que la vida es cuestión de preferencias es un hecho tan consumado y claro como que mañana saldrá el sol, aunque no lo veamos, lo que no deja de sorprenderme es la diferencia tan abismal, y a la vez tan poco coherente, entre las preferencias de quienes llevan las riendas de nuestro país y las de cualquier persona con dos dedos de frente y un mínimo de "Conciencia solidaria", a todo esto término surgido tras la movilización popular posterior al naufragio del petrolero Prestige, allá por el mes de noviembre del año dos mil dos.

Y es que estoy un poco indignado con algunas de las últimas decisiones del gobierno español en materia de recortes, y con algunas otras también pero eso lo dejamos para otro día. Ciertamente no me parece nada lógico que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, por boca de su Ministro el señor Margallo, se anuncien recortes en materia de cooperación internacional para el desarrollo alegando, de manera bastante demagógica desde mi punto de vista, que de no hacerlo en esas partidas presupuestarias habría que hacerlos en otras partidas como sanidad o pensiones, y por otro lado el mismo gobierno anuncie hace unos días que va a destinar una barbaridad de dinero, las cifras exactas las podéis encontrar en la noticia, a renovar el parque móvil del ejército para, y aquí es donde yo entiendo que la situación no tiene ni pies ni cabeza, prestar servicios de ayuda humanitaria en aquellos países en los que sea necesaria la presencia del ejercito en misión de paz.
De este estilo serán los vehículos adquiridos por el gobierno español.

A ver vayamos por partes porque yo tengo tres o cuatro cuestiones que me chirrían en la cabeza y esta noche no me están dejando irme a descansar con el pensamiento tranquilo. En primer lugar, y con todo el respeto del mundo hacia los cuerpos y fuerzas del Estado, que no me vengan con mentiras dulcificadas para que sean más fáciles de digerir, un ejército no es una oenegé, su capacidad de prestar ayuda humanitaria, aunque muy loable, no tiene nada que ver con el trabajo que desde la cooperación internacional para el desarrollo se hace, además no me creo que los ejércitos sean fuerzas de paz, entonces ¿para qué son las armas?¿son complementos del uniforme como el estetoscopio para los médicos o el casco para los albañiles?
¿Lo que llevan en las manos son rifles o inyecciones?

En segundo lugar no me parece lógico que se recorte dinero de un sitio y lo estés destinando por otro lado a paliar las consecuencias que el primer recorte puede llegar a producir, dicho de otra manera no me parece que guarde ninguna lógica de que se recorten fondos destinados para frenar las posibles apariciones de situaciones de conflicto y se destine parte de esos fondos a la adquisición de recursos para controlar los conflictos que pueden haber venido derivados de aquel recorte, es como recortar dinero para el mantenimiento de carreteras y destinarlo a la mejora de los centros para personas víctimas de accidentes de tráfico.

Por otro lado vamos a una de las dudas que más vueltas me dan en la cabeza, es necesario realmente recortar en cooperación, no habrá otras partidas en las que a lo mejor pudiésemos ahorrar esas cantidades de dinero tan necesarias en estos tiempos de crisis en los que desde la Unión Europea (léase Alemania) nos están exigiendo un esfuerzo económico para poder seguir siendo miembros de la banda que se reparte el pastel a este lado del Atlántico. No sé así ahora mismo a bote pronto se me ocurren varias propuestas para conseguir ese dinero: reclamar las deudas a los clubes de fútbol, exigir a los bancos la devolución de esas ayudas otorgadas para salvarlas de la quiebra y que algunas han destinado a seguir repartiendo beneficios entre sus accionistas, por no hablar de las dudosas inversiones que algunos de ellos hacen y que otro día trataré, recortar los salarios y parabienes de sus señorías diputados y senadores, que ganan en un mes cantidades con las que algunos proyectos de cooperación se financian durante varios meses, y así otras muchas que se me ocurren pero que ahora mismo no voy a ponerme a enumerar porque si no no terminaría.

Desgraciadamente siempre que hay que recortar se recorta por los derechos de aquellos que no pueden quejarse, una actitud muy valiente por cierto. No creo que la solución a la crisis sea recortar la ayuda a la cooperación internacional, sinceramente la solución a la crisis, desde mi perspectiva, tal vez utópica y quijotesca, pasa por aligerar el peso político de las instituciones del Estado, que haya menos gente viviendo a costa del dinero que ha de servir para solucionar los problemas reales de la población.
Siempre se recorta a aquellos que no tienen voz para defenderse.

Indignado pero feliz por la oportunidad que he tenido hoy de reencontrarme con grandes amigos con los que poder soñar que un mundo mejor es realmente posible me despido de vosotros esperando que estas palabras os sirvan de reflexión ante situaciones realmente injustas que se suceden a diario.

Un fuerte abrazo para todos y ¡¡SED FELICES!!

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